A mediados del siglo 27, un capitán llamado Ter Zeyden que luchó junto al General Ivar Messer en la 1º Guerra Tevarin, quiso aportar su parte fundando una colonia aun más allá de lo hasta entonces conocido. Reunió a un puñado de sus excombatientes y los convenció para tal hazaña.

 

La odisea comenzaba para Zeyden y su grupo a bordo del Lactómeda, una vieja Idris-P con más de una cicatriz de anteriores batallas. Durante el viaje, los piratas no se hicieron esperar. Una Kraken bien equipada y con un escuadron de buccaneers y cutlass se opuso a que continuaran. La Idris temblaba por el poder de fuego del gran número de torretas del que disponía la Kraken y sus esbirros, pero los artilleros de a bordo respondieron con una salva de misiles tras bajar el escudo de su nave principal, destruyéndola por completo y haciendo huir al resto de escoltas. Lucharon contra los piratas derrotándoles en una de las batallas más épicas recordadas hasta la fecha por sus descendientes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Heridos y con la fragata maltrecha, llegaron a un sistema de planetas que no parecía estar habitado, ninguno era habitable tras hacerles los correspondientes estudios, pero Zeyden divisó un extraño planeta con un anillo de fuego que se situaba lejos de la estrella pero que podía albergar vida en sus polos. Posaron el Lactómeda sobre el planeta, y tras desembarcar, comenzaron a explorar ambos polos en busca de alguna materia prima.

 

El equipo se dividió en dos y comenzó a explorar. Lo que parecía un bosque frondoso lleno de árboles de floración blanca y roja, un suelo firme pero lleno de hierba que desprendía un olor agradable parecido al césped recién cortado. La diferencia de gravedad les hacía sentir un poco más ligeros y el exceso de oxígeno les obligaba a respirar más pausadamente, su temperatura era sin embargo templada. Algunos animales extraños se encontraron como una especie de oso hormiguero con alas que se alimentaba de su propio cuerpo, pues todos vieron como se comía su cola sin ningún tipo de problema. Todo aquello era muy extraño, pero lo verdaderamente importante vendría más tarde. Tras subir el equipo "alfa" a lo alto de una montaña, pudieron divisar un brillo extraordinario a unos 3 kilómetros, rápidamente avisaron por radio al equipo "bravo". Al llegar vieron asombrados que se trataba de un nodo de Grakneth inmenso situado entre los dos picos más altos del planeta.

 

Aquel descubrimiento sirvió para sentar los cimientos de una base minera que creció, llegando a ser la Compañía Intergaláctica Minera Aeroespacial Tecnológica CIMATEC y que daría forma a la pequeña ciudad llamada Astralon. Exportaron mineral y material cibernético al Imperio y ambos se enriquecieron. Los Banu que siempre habían estado en constante comercio con la Ciudad, dieron el nombre de Kirmac al planeta.

 

Sin embargo no en toda la galaxia cayó bien. Llegando a oídos de los desconocidos Vanduul. El 8 de Febrero de 2681, una flota de estos nuevos aliens arrasó Astralon cogiéndo por sorpresa a todo el mundo. Fue una masacre. Algunos lograron escapar, entre ellos Zeyden, el Comandante, ambos capitantes y algunos tripulantes, todos a bordo de la ya legendaria Lactómeda. "Huíremos para luchar otro día" fue la última frase que dijo tras dejar el planeta, pero por razones desconocidas, nunca pudo cumplir su palabra.

 

Tras generaciones posteriores, Yon Skyler comienza a formar un nuevo ejército con el fin de vengar y honrar lo que su antepasado no pudo terminar. 

 

Aquí comienza... una nueva historia.